Por su nombre médico tal vez no sepas qué es la litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEOC). Da muchas pistas sobre esta técnica médica buscar el origen etimológico de la palabra. Litotricia proviene del griego lithos, que significa piedra, y del latín, terere, que quiere decir triturar. Nos referimos a la fragmentación de cálculos renales mediante ondas de choque, lo que popularmente se conoce como eliminar piedras del riñón.
Este procedimiento es, a día de hoy, uno de los tratamientos más habituales para tratar la mayoría de litiasis renales. El objetivo es fragmentar los cálculos o piedras para que el paciente pueda expulsarlos del cuerpo a través de la orina en forma de “arenilla”.
Es un proceso indoloro, se realiza de forma ambulatoria, no invasiva (sin manipulación por la uretra), y sin necesidad de anestesia. “El porcentaje de éxito de la primera litotricia lo podríamos situar en torno al 80%”, explica la Doctora Rosa Regué, responsable de la unidad de litotricia y endourología del Instituto de Urologia Serrate & Ribal, que cuenta con más de 25.000 casos resueltos.

Cómo se hace la litotricia
Para llevar a cabo la litotricia, los primeros pasos que dará el equipo médico del Instituto de Urología Serrate & Ribal serán aplicarle un analgésico endovenoso al paciente, que estará estirado en una camilla, y localizar en qué punto se encuentra el cálculo mediante una ecografía o radiografía. Puede tener tamaños diferentes, desde la medida de un grano de arena hasta una piedra de proporciones considerables.
Acto seguido, orientando el litotriptor, el aparato que emite las ondas de choque, se localiza la piedra en la zona afectada y se le aplican las ondas. “El procedimiento en sí no es doloroso”, afirma la Doctora Regué. “Tal vez, después de realizarlo el paciente tiene alguna molestia, en ese caso lo que hacemos es administrarle otra dosis de analgésico”, añade.

Tras la litotricia se traslada al paciente a una sala contigua para que repose durante una media hora, así como para controlar su evolución, mientras se le pasan los efectos del analgésico. En total, el proceso dura unas dos horas, pasado este tiempo podrá, en la mayoría de los casos, marcharse a casa por su propio pie.
A los 15 días se hace una revisión de seguimiento
Durante los días posteriores, el paciente deberá ir expulsando a través de la orina los fragmentos de los cálculos renales hasta que los elimine de su cuerpo totalmente. Para favorecer la expulsión, es recomendable tomar mucha agua.
A las dos semanas, se le someterá a un control de seguimiento para comprobar la evolución de la litiasis, y si las piedras han desaparecido podrá seguir con su vida con total normalidad. En caso contrario, pasados unos días se procederá a una nueva revisión para valorar la persistencia de restos y determinar si son lo suficientemente grandes para considerar una nueva sesión de litotricia o bien otro tipo de procedimiento.
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