La cistoscopia es una prueba diagnóstica. Se utilizada para observar el interior de la vejiga urinaria y la uretra. En algunos casos también se usa para tomar muestras de tejido del interior del tramo urinario.
“Es una de las exploraciones complementarias más utilizadas en urología, y puede realizarse con finalidad diagnóstica o terapéutica”, afirma el doctor Alfredo Rodríguez, responsable de la Unidad de Urología Funcional, Femenina y Urodinámica del Instituto de Urología Serrate & Ribal.

La cistoscopia es una prueba que su urólogo puede solicitar para diagnosticar, controlar y tratar las afecciones alguna de las siguientes afecciones:
- Pacientes con microhematuria, es decir, presencia de sangre en la orina que no es visible a simple vista y que se detecta mediante un análisis urinario.
- Sangre en la orina que se ve en el momento de ir al baño (hematuria macroscópica).
- Evaluación de una posible estenosis uretral, un estrechamiento anormal de la uretra.
- Evaluación de posibles fístulas urinarias.
- Síntomas de irritación en el tracto urinario
- Sospecha de la presencia de un cuerpo extraño en la vejiga, como puede ser una piedra o un tumor.
- Para la retirada de catéteres en pacientes que han sido operados previamente.
Como técnica quirúrgica permite resolver determinados problemas de las vías urinarias y de la vejiga, sin necesidad de abrir el abdomen, por lo que se reducen los riesgos y complicaciones, así com el período de recuperación del paciente.
El doctor Rodríguez, del Instituto de Urología Serrate & Ribal, añade otro elemento más al listado de aplicaciones de este procedimiento. “No solo sirve para el diagnóstico, también es muy importante en el seguimiento de los pacientes que tienen tumor de vejiga ya que muchas veces pueden ser recidivantes, es decir, tienen un mayor riesgo de que se les reproduzca un tumor maligno de nuevo”, explica.
Cómo se realiza la cistoscopia
Por lo general una cistoscopia se puede hacer como procedimiento ambulatorio aplicando anestesia local. Se hace con un cistoscopio, un instrumento fino que tiene en un extremo una luz y una lente o una pequeña cámara de video, que se inserta a través de la uretra hasta llegar a la vejiga. A menudo, se inyecta una solución salina estéril a través del cistoscopio para llenar su vejiga y facilitar la visualización del revestimiento interior.
La cistoscopia suele durar entre 10 o 20 minutos, y al finalizarla el paciente se puede ir a casa inmediatamente.
¿Tienes alguna duda? Estaremos encantados de resolvértela en el +34 932 123 743 o en info@urologiaserrateribal.com