La cirugía laparoscópica supuso una gran revolución en el ámbito quirúrgico. Esta técnica es una alternativa mínimamente invasiva a la cirugía abierta tradicional. Se realiza a través de pequeñas incisiones en la pared abdominal, de entre 0,5 y 1 centímetro. De la mano de la doctora María José Ribal, directora médica del Instituto de Urología Serrate & Ribal, y especialista en cirugía laparoscópica, analizamos algunas de las ventajas de realizar una intervención urológica mediante esta técnica.

1. Reduce el postoperatorio
La recuperación del paciente tras una intervención laparoscópica es muchísimo más rápida. Operaciones que tradicionalmente necesitaban grandes incisiones, que podían ser de más de diez centímetros, hoy pueden realizarse con tres o cuatro pequeñas incisiones minúsculas. “Por medio de esas incisiones introducimos unos pequeños tubos, que llamamos trócares, y una cámara para tener visión. Llenamos la cavidad abdominal con CO2 y con instrumental quirúrgico que entra a través de esos trócares realizamos la cirugía”, expone la doctora María José Ribal.
La consecuencia directa de realizar tan solo pequeños cortes es que el postoperatorio es más llevadero. Ya que se acorta el tiempo de convalecencia y se reduce el dolor.
2. Menor riesgo de infección
Al ser más pequeñas las heridas quirúrgicas su cicatrización también es más rápida, por lo que se reduce de manera considerable el riesgo de infección durante el postoperatorio. Además, su tamaño reducido produce un menor impacto estético en el paciente tras la cirugía.
3. La última evolución: laparoscopia en 3D
Las operaciones urológicas con cirugía laparoscópica inicialmente el cirujano las llevaba a cabo con una visión en 2D. Desde hace unos años, la evolución tecnológica ha dado un nuevo impulso a esta técnica que ha permitido incorporar la visión en 3D durante la operación. Se ha logrado recuperar el plano de la profundidad que el cirujano solo conseguía con la cirugía abierta. “La laparoscopia 3D lo que hace es recoger todas las ventajas de la laparoscopia 2D añadiendo la visión tridimensional, por lo que el nivel de precisión que alcanzamos en cada operación aumenta muchísimo”, dice la uróloga del Instituto de Urología Serrate & Ribal. Dado que la técnica es novedosa “en la ciudad de Barcelona no hay tantos cirujanos actualmente haciendo laparoscopia en 3D”, remarca.
4. La cirugía laparoscópica como primera opción
No todas las patologías urológicas que requieren atajarse con cirugía se pueden hacer a día de hoy por laparoscopia, “por ejemplo, grandes tumores renales no se pueden intervenir de este modo”. Ahora bien, en algunas afecciones esta técnica se ha convertido en la primera opción de tratamiento.
Es el caso, resalta la especialista en cirugía laparoscópica, de la extirpación de tumores de próstata en fases localizadas; para tratar el cáncer de riñón, bien sea con una nefrectomía radical -el cirujano extirpa todo el riñón- o una nefrectomía parcial -solo se extirpa la parte del riñón que contiene cáncer-; la extracción de algunos tipos de piedras renales; o la pieloplastia laparoscópica. Esta última es una técnica de reconstrucción de la vía urinaria en la zona de unión entre la pelvis renal y el uréter, en casos de estrechez o bloqueo que impide el drenaje adecuado de la orina.
¿Tienes alguna duda? Estaremos encantados de resolvértela en el +34 932 123 743 o en info@urologiaserrateribal.com