En los últimos años, la cirugía ha evolucionado con el objetivo de ofrecer al paciente modalidades terapéuticas menos invasivas. En 2007 apareció la cirugía endoscópica transluminal a través de un orificio natural, a la que se conoce como “cirugía sin huellas”.
Gracias a estos avances, en la actualidad es posible extirpar el riñón a través de la vagina, de manera que se evitan las incisiones en la piel y, por tanto, las cicatrices.
En el abordaje transumbilical se realiza una única cicatriz en el ombligo que posteriormente queda disimulada. Trabajamos con material laparoscópico especialmente diseñado para esta cirugía y contamos con un equipo de profesionales con una amplia experiencia en este tipo de intervenciones.