La operación del prolapso vesical es un tratamiento contra la incontinencia urinaria y para el prolapso vesical, cuyo término médico es “cistocele”, se realiza por vía vaginal corrigiendo el descenso de la vejiga y reposicionándola en su lugar habitual.
En los casos en lo que hay una incontinencia de orina asociada, se pueden colocar en la misma cirugía pequeñas mallas debajo de la uretra para restaurar el ángulo vesical. Es un tratamiento mínimamente invasivo, por lo que no requiere una estancia hospitalaria de más de 24 horas.