El diagnóstico definitivo de un cáncer de próstata no puede establecerse sin una biopsia de próstata. Existen dos técnicas para biopsiar la próstata, la biopsia transrectal y la biopsia transperineal. Con el primer método se accede a la glándula prostática efectuando punciones a través del recto. Con la biopsia transperineal, en cambio, las muestras se consiguen introduciendo las agujas por el periné.
Mediante la biopsia de próstata transperineal se obtienen pequeñas muestras de tejido que posteriormente se analizan en el laboratorio en busca de signos tumorales.
Hasta tres de cada diez tumores en la próstata pueden pasar desapercibidos con técnicas diagnósticas convencionales. Una primera exploración de la próstata diagnostica entre el 20% y el 40% de cánceres de próstata. Gracias a la biopsia transperineal, la cifra de detección puede subir hasta el 73%, lo que supone una mejora sustancial de la capacidad diagnóstica en una primera exploración.
Cómo realizamos la biopsia de próstata transperineal
En el Instituto de Urología Serrate & Ribal llevamos a cabo la biopsia prostática transperineal dirigida por una sonda ecográfica, y con la ayuda de imágenes obtenidas previamente en una resonancia magnética multiparamétrica. El objetivo es guiar con la máxima precisión las biopsias sobre las zonas sospechosas que aparezcan en la resonancia. Este procedimiento puede realizarse de forma cognitiva o mediante un software, que proporciona la fusión de ambas imágenes. Ello permite una mayor precisión en la biopsia, aumentar la tasa de diagnóstico y minimizar posibles complicaciones (como la infección o incluso sepsis).
Uno de los factores que valora especialmente nuestro equipo médico a la hora de realizar la biopsia transperineal en lugar de la transrectal, es el menor riesgo de infección bacteriana que conlleva. Al no biopsiar la próstata a través del recto donde la presencia de bacterias es mayor y realizarlo por el periné, la posibilidad de contraer una infección es más reducida.
La biopsia de próstata transperineal dirigida se lleva a cabo en régimen ambulatorio y bajo anestesia local o sedación.
Durante algunos días después del procedimiento el paciente puede sentir cierto escozor al orinar y más necesidad de ir al baño. También es frecuente la presencia de sangre en la orina, que puede durar varios días, y en el semen, que en este caso se puede alargar varias semanas.
Cuándo se solicita la biopsia de próstata
El especialista urológico solicitará una biopsia prostática cuando un análisis de sangre registra unos niveles elevados de PSA (antígeno prostático específico), si durante un tacto transrectal se detecta algún elemento sospechoso o mediante una resonancia magnética multiparamétrica. En caso de que los resultados de una o varias de estas pruebas sugieran la presencia de un cáncer de próstata, el urólogo requerirá esta prueba para efectuar un diagnóstico más concluyente.