Una hidrocele es una acumulación patológica del líquido seroso en la cavidad que rodea al testículo. Puede ser congénito o adquirido, aunque no son perjudiciales. No afectan al funcionamiento testicular y suelen tratarse en caso de molestia o infección. El tratamiento quirúrgico de esta afección es una intervención simple con pocas complicaciones, por lo que se realiza con anestesia regional y de manera ambulatoria. Conlleva un postoperatorio de uno a tres días, siendo retirado el drenaje escrotal a las 24-48 horas.